¿Cuántos kilómetros hay que
recorrer para migrar? ¿Hay que surcar mares o cruzar cordilleras? ¿Hay que
olvidar olores y aprender palabras nuevas?
Hace veintitrés años hice mi
pequeña migración desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como le dicen
ahora, a La Plata . Y si bien
son sólo sesenta kilómetros ,
confirmé que uno puede sentir “extrañamiento” hasta en esa corta distancia .

Pasar del caos de Buenos Aires
a la ciudad de la traza perfecta
fue la primera gran adaptación geográfica que tuve que sufrir. La Plata
es conocida como la ciudad de las diagonales, los platenses cortan camino por
las diagonales, nosotros, los de afuera, las miramos con temor, pequeños y
diabólicos triángulos de las bermudas que pueden terminar mandándote
directamente al extremo opuesto a tu destino y ni hablar de … la forma de nombrarlas. Entre platenses y foráneos también está bien
marcada la diferencia porque los locales
dicen el diagonal, por ejemplo el bar esta en el diagonal , en lugar de decir la diagonal como decimos nosotros
los que quedamos en falta y bajo
sospecha cuando pretendemos
corregir la primera vez que escuchamos
el “error” lingüístico .
También mis hijas notaron en la
escuela que decían fibras en lugar de marcadores y que en realidad muchas cosas
son llamadas de otra forma el lobo es
gimnasia y el pincha es estudiantes y Buenos Aires es Capital .
Los platenses son bien localistas y al principio puede resultar un
poco difícil, no usan las páginas amarillas
y por cada servicio que necesitan
desde un dentista hasta un jardinero preguntan, preguntan a sus amigos,
a sus conocidos, a sus vecinos y la recomendación, el boca a boca está a la orden del día. Invertí
vanamente mis ahorros cuando llegué a la
ciudad haciendo volantes a la manera porteña para promocionar mis clases de
apoyo .Recién empecé a trabajar fuerte
cuando no hice publicidad y mis pocos contactos
empezaron a recomendarme .Este fenómeno también sucede con recitales, ciclos de cine, fiestas .Los
platenses son como hormigas que por lo bajo están todo el tiempo haciendo
cosas: formando las bandas de rock más
emblemáticas de la Argentina , montando obras de teatro increíbles,
escribiendo, leyendo poemas a la luz de la luna , pero nunca te vas a
enterar de todo eso leyendo la sección
de espectáculos del diario local .Ahora con las redes sociales es más accesible, pero en aquel entonces era pertenecer o
quedarse afuera y yo me quedé afuera muchas veces .
El tiempo también es distinto. Si te convocan a las ocho jamás
empezará sino hasta las diez. Tal vez sea una ventaja que nos den por si nos perdemos agarrando la diagonal incorrecta. Claramente demostrás que no sos
platense si te invitan a las nueve y caés a las nueve.
Pero a pesar de esos sinsabores de los primeros tiempos , La Plata también pasó a ser ese olorcito a tilo en las
calles y el buen día del vecino
y las plazas cada seis
cuadras y las voces pueblerinas de los
grupos de jóvenes tomando mate al sol , esos que migran a sus pueblos en el
verano cada vez que terminan las clases , una bandada que parte y vuelve , que va y viene y que muchas veces queda . ¿Será cierto
lo que dicen que en La Plata hay un
odontólogo por habitante? ¿Qué tiene un pasado masón? ¿Qué hay túneles bajo Plaza Moreno que atraviesan
la ciudad y que las esculturas hacen
cuernitos a la catedral? No sé si alguna vez voy a conocer las respuestas a esas preguntas, pero hay otras cosas que si aprendí. El 31 de Diciembre,
durante la tarde, hago la recorrida por
la ciudad para ver los muñecos platenses, los que en una locura piromaníaca arderán
en las primeras horas del año nuevo. También aprendí a pasar manejando por Plaza Italia y juro que el primer día que
lo logré grité de alegría adentro de mi
auto y siempre, indefectiblemente desde el 2013 , en alguna reunión
escucho o cuento donde estábamos
, que hicimos , el 2 de abril .
Sigo yendo a Buenos Aires una vez por semana a un taller, a veces a
visitar amigas, otras al teatro, o a algún museo. Alejandra Kamiya dice en su
cuento “Partir” que su padre partió no
cuando salió de Japón sino cuando
decidió quedarse en Argentina.
Yo también decidí.
Roxana D’Auro
Una no se da cuenta de que esas pequeñas cosas constituyen lo más esencial de la ciudad hasta que migra...La verdad que se extraña La Plata.
ResponderEliminarPaula una platense en Ushuaia :)
Jaja una porteña platense , una platense ushuaiense...o una trotamundos? La casa de la plata está siempre de puertas abiertas, el corazón más
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