Escribe Jacques Prévert en “Para hacer el
retrato de un pájaro”:
“En un jardín en
un soto
o en un bosque
esconderse tras el árbol
Sin decir nada,
sin moverse
A veces el
pájaro llega enseguida
Pero puede
tardar años
antes de decidirse.
No hay que
desanimarse
Hay que esperar
Esperar si es
necesario durante años”*
Recordé
inmediatamente el poema de Prévert cuando vi la obra de Ignacio.
Ignacio
no usa tela y pincel, ni siquiera toca los elementos de su composición, captura con ojo
entrenado las líneas de fuerza que el instante le ofrece. Se trata de un
desequilibrado ejercicio de búsqueda de años, de espera por horas, a cambio de un fragmento del tiempo. Las
formas orgánicas son, de manera indiscutible, las que dominan su obra y ¿acaso
no es lo orgánico lo que con más crudeza
nos marca lo efímero? Los pájaros de Ignacio desde su instante eterno nos interpelan sobre nuestro propio tiempo.
Roxana
D’Auro
Si quieren ver más fotos de Ignacio: https://www.flickr.com/photos/129803794@NO4/
*Fragmento de “Para
hacer el retrato de un pájaro”, Jacques Prévert
No hay comentarios:
Publicar un comentario